Zadar: Oscar para la mejor edición de sonido y efectos visuales
Alfred Hitchcock afirmó en una ocasión que Zadar tenía la puesta de sol más bonita del mundo, y es sabido que el célebre director de cine tenía ojo para una buena toma. Los colores espectaculares y el sonido del órgano de mar te dejarán sin aliento, al igual que las películas del cineasta, tanto que ninguna reposición te resultará aburrida. Sin duda alguna, ¡una experiencia imprescindible!
Rovinj: Lo romántico es fantástico
Esta bellísima localidad istriana está hecha para el romanticismo, y ¿acaso puede haber algo más romántico que una puesta de sol? Ocupa tu lugar en las rocas ―no sin una copa del malvasía en la mano― y cuando por primera vez veas la puesta de sol en Rovinj, tendrás que reconocer que existe el amor a primera vista. ¡Incluso al más empedernido de los antirománticos se le escapará un emocionado suspiro!
Cuando el Drava besa el cielo
Para los que aspiran algo más original que las típicas fotos de cielo y mar rojos, la puesta de sol sobre el río Drava es una elección segura. Además de ser famoso ente los pescadores, el Drava es todo un paraíso donde se sacan fotografías mágicas del sol sumergiéndose en el río, y donde cada toma parecerá, sin apenas esfuerzo, sacada de un cuento de hadas.
Medvedgrad: una puesta de sol históricamente bella
Obispos, gobernadores, duques y señores que ocuparon Medvedgrad a lo largo de los siglos sabían de sobra lo que era mirar desde arriba. La vista de la que presume esta fortificación medieval, desde sus 593 metros de altura sobre el mar, ofrece una imagen completamente nueva de la metrópoli croata. ¡Zagreb de noche es la guinda del pastel!